Voy a ser sincero, llegué a esta picada por pura casualidad y de primera no me llamó nada la atención, pero a la hora de probar los mojitos demostró que valía la pena.
Rockocó se encuentra por Antonia López de Bello en Providencia y es de los típicos locales donde un “anfitrión” en la calle te invita a entrar. La primera vez no nos convenció, pero tras rebotar en otro local y ofrecernos dos mojitos por $4.000, quedó todo dicho.
El lugar: por lejos un bar con ambiente universitario
Entrando a Rockocó nos encontramos con un pequeño recibidor con paredes ralladas que sostiene carteles con algunas promociones. Nos llamó la atención una que traía 2 mojitos de medio litro + una chorillana o pizza por $9.990.
Avanzando desde el recibidor por un pasillo llegamos a dos salas pequeñas como para 10 personas, ambas con salida a una terraza de la foto. La verdad es que las mesas están un tanto cerca una de las otras. Una buena instancia para conocer gente nueva, o una razón para estar incómodo, todo depende.

La foto de los sillones que sacamos de su facebook seguramente es antigua, porque cuando fuimos el paso del tiempo se notaba en el desgaste de los mismos.
Mojitos que valen la pena
Una vez en la terraza hicimos el pedido y la velocidad definitivamente no nos sorprendió, aunque tampoco fue una espera eterna.
Me considero realmente crítico con los tragos, tanto que muchas veces me voy desilusionado de algunos bares, pero esta vez estaba perfecto. La frescura de la menta, lo abundante del limón (que no solo se notaba en el sabor sino en el color amarillento) y la gran cantidad de hielo lograban un mojito perfecto para capear el calor.
Me gustó tanto que no pude esperar a tomar las respectivas fotos para comenzar a beberlo

La chorrillana, poco pero bueno
Siempre recuerdo este dicho que mi abuela tanto usaba: poco, pero bueno. Esa sensación me dejó la chorillana. Tenía una base de papas fritas caseras (cuanto se agradece escapar de las pre-fritas!), carne de buena calidad, cebolla en su punto y estaba coronada por dos huevos fritos.
De temperatura estaba perfecta, de hecho nos dio tiempo de tomarle un par de fotos y aun así seguía caliente al comerla.
Por el tamaño, diría que es más una chorillana para picar que para quitar un hambre voraz.

¿Qué mas ofrece?
Aparte de las promociones ya mencionadas, el bar ofrece promociones de mojitos con distintos sabores, así como también otros tragos: caipiriñas, cervezas, etc. Todo a precios bastante buenos.
¿Lo malo?
Los sillones porque se notaban bastante desgastados y el poco espacio entre las mesas.
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